miércoles, junio 04, 2025

Y arrancamos de nuevo!!!

El día de hoy, por fin, después de 13 años, 3 meses y 27 días, he vuelto.

Más afilado que el puñal de Julio Esteban, más cáustico que una esfera de cristal en manos de Walter Mercado, y más corrosivo que los discursos de campaña en época electoral.

Regresa este espacio no como un susurro, sino como un rugido en la jungla de la política mexicana. Porque el hedor sigue siendo el mismo…

Solo cambian el perfume… y el color, pero ni para eso son buenos.

Bienvenidos de nuevo a De Animales y Políticos.


El pueblo bueno, o lo bueno del pueblo?

Análisis cáustico sobre Morena, AMLO y la falacia del “gobierno bueno para el pueblo bueno”

En el México contemporáneo, el discurso político gira en torno a la figura de un “pueblo bueno” que merece un “gobierno bueno”. Pero ¿qué pasa cuando esa narrativa se usa como arma política para mantener a la gente controlada, dependiente y, en el peor de los casos, manipulada?


1. “No importa, porque los de antes eran peores.”

Este argumento es la justificación más común entre los seguidores de Morena, AMLO y ahora de claudia, la titere del poder. Se acepta con resignación cualquier error o acto corrupto porque “antes estabamos peor”. Sin embargo, no podemos borrar la historia ni ignorar que Morena es un hervidero de priistas resentidos, panistas disidentes y perredistas frustrados que simplemente cambiaron de camiseta sin realmente transformar nada, bueno si... el numero de cuenta bancaria.

La realidad es que quienes ahora defienden a capa y espada este gobierno son muchas veces los mismos que antes apoyaban a partidos que ahora critican, lo que nos lleva a un círculo vicioso de incongruencias políticas y clientelismo de nuevo cuño.

2. “El presidente es honesto.”

La narrativa de la honestidad presidencial es más un mito construido que un hecho comprobado. Aunque López Obrador tiene una labia convincente y sabe conectar con las emociones populares, el entorno que lo rodea está lejos de ser puro.

Se ha rodeado de personajes y estructuras que operan con lógicas corruptas. Quienes dependen de él son como peones descartables, dispuestos a lustrarle las botas hasta que llegue alguien más barato y sumiso para hacerlo.

3. “Todo esto es una campaña en su contra.”

Todo cuestionamiento serio es desestimado como “ataque político” o parte de una campaña de desprestigio. Pero más que eso, lo que vemos es una llamada a la realidad que muchos no quieren aceptar: la falta de transparencia, la compra de voluntades con pensiones, la criminalización de la crítica y la concentración del poder no son coincidencias ni inventos.


¿Por qué los seguidores no se dan cuenta?

Aprovechando la necesidad social, AMLO y Morena han capitalizado la vulnerabilidad de muchos mexicanos ofreciéndoles una “pensión” o algún “apoyo directo”, que más que una dádiva, es un mecanismo de control social y político.

Aceptar que uno se equivocó al votar duele. Y admitir que el “salvador” puede ser igual o peor que los anteriores genera frustración, culpa y vergüenza. Por eso muchos prefieren seguir en la zona de confort del discurso oficial.


La mala memoria histórica del mexicano: la eterna rueda de la misma mierda

Hay que decirlo sin tapujos: el mexicano tiene una memoria histórica pésima. Se olvida rápido de lo que pasó ayer, y menos aún recuerda lo que ocurrió hace 50 años.

Por eso, la mierda guinda que nos venden hoy no es más que la misma mierda tricolor de hace medio siglo, solo que perfumada con programas sociales y retórica populista para que no huela tan mal. Pero por más maquillaje que le pongan, la esencia sigue siendo la misma: clientelismo, corrupción, simulación y control social disfrazado de “transformación”.

Mientras no aprendamos a recordar, a cuestionar y a dejar de idealizar, seguiremos pagando el mismo costo político con diferentes colores y las mismas mentiras.

Publicado en: De Animales y Políticos

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